La comida, el vino y yo estamos inmersos en un “menage a trois” hace mucho tiempo. Sí, soy una gordita de alma, ojo no lo logre sola. Tuve la suerte de estar rodeada de un entorno de gorditos o lo que ahora elegantemente se llama “foodies”. Para mi el termino foodie es un lujo, yo soy simplemente una gordita y nada mas.
Mi romance con la comida se fue gestando desde mi niñez. El gran problema fue la obligación durante mi infancia probar TODO. Todavía me resuena en la memoria mi Papa diciendo: “Probalo, en esta casa se prueba todo al menos una vez. Si no te gusta, no lo comes pero por lo menos ya sabes, porque lo probaste”. Este creo que fue el pilar de mi romance con la comida: hoy me gusta todo y gasto casi todo mi sueldo en probar nuevas experiencias culinarias. Creo que la curiosidad es algo que nunca perdí en este sentido, y estoy convencida que la comida es la puerta de entrada a la cultura de un país, de una ciudad y de una familia. Disfruto de todo tipo de experiencias, callejeras, baratas, caseras, gourmand, 3 estrellas, étnicas, etc. convencida que en todos los rincones hay algo para saborear, conocer y sorprender los sentidos.
“la comida es la puerta de entrada a la cultura de un país, de una ciudad y de una familia”
Con este Blog, no pretendo dar cátedra ni ser una critica de comida, restaurantes y vinos. Solo me gustaría poder plasmar en un diario mis curiosidades, los vinos y las maravillas que hay en el mundo gastronómico globalmente y poder compartir y escuchar lo que otra gente tiene para decir. Mas que nada es un diario personal de comida, vinos y experiencias.
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Siempre con humor, con una mente abierta, independencia y sobre todo frescura a la hora de escribir.
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